“No puede ser que no se tiene en cuenta a la producción que es la que da el empleo”, sostuvo Kahale, quien subrayó que “no puede ser que en menos de un año y medio las tarifas aumentaron 3000% y los impuestos en la misma proporción”.
Además precisó que “las pymes tenemos deudas por $ 250.000 millones, la mitad con al AFIP (Administración Nacional de Ingresos Públicos) y la otra con ARBA (Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires)”.
“Necesitamos que el Banco Central que baje los encajes de los bancos privados y provinciales y se hagan cargo de esa deuda de $ 250.000 millones refinanciándola a plazos y tasas razonables, de 10 años y 24% anual”, remarcó Kahale.
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de Industriales de la provincia de Buenos Aires (Adiba), Juan Carlos Uboldi, indicó que “la pyme que accede al crédito es poca”, y puntualizó que las empresas “se financian con descuento de cheques, con descubierto bancario y con los pocos ahorros que pueden generar”.
“Es preciso buscar una solución de emergencia para la situación qeu vivimos. Se requiere que el Estado entienda y que el sector financiero atienda esta situación”, sostuvo Uboldi, quien subrayó: “Necesitamos una comprensión. Vamos a perder muchas pymes en el camino y eso no se recupera”.
El dirigente gremial empresario evaluó que “hay que buscar mecanismos imaginativos urgentes”, porque advirtió que “la situación no da para más”.
En la misma línea, el vicepresidente regional de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), Gabriel Fuentes, alertó que “hay empresas totalmente desfinanciadas”, y puntualizó que “la caída del consumo de los últimos 60 días es tremenda, no hay consumo”.
También indicó que “la presión impositiva es infernal”, y sostuvo que “está bárbaro crear 300.000 pymes más, pero cuidemos a las que todavía está vivas”.
“Que no sea que en unos meses seamos más los que pidamos planes sociales”, sostuvo Fuentes quienes remarcó: “Necesitamos que desde el Gobierno atiendan la coyuntura actual, es urgente”.
Advirtió que si no se toman medidas rápido “la cantidad de gente fundida de acá a fin de año será enorme”, y aseguró que “en cuanto tengamos señales, seremos los primeros en invertir, en tomar gente. No queremos despedir gente”.