El ambiente de un local puede incidir más que las cualidades de un producto en la toma de decisiones. Algunas claves para generar los resultados esperados.
Muchas veces, uno ingresa a un local comercial con la idea de comprar un producto en particular y termina comprando algo que no tenía en mente. En otras ocasiones, directamente sale huyendo establecimiento.
Expertos en diseño de interiores y visual merchandising aseguran que se debe a las experiencias sensoriales a las que se expone en consumidor que ingresa a un comercio. No importa si es grande o pequeño.
El comportamiento del consumidor muestra que a veces deja un negocio de inmediato y otras permanece más tiempo del que pensaba, y además termina comprando más de la cuenta.
Esto ocurre porque la experiencia del cliente dentro de comercio, muchas veces es más importante que los productos que se venden ahí. Para obtener resultados deseados a partir de experiencias positivas que orienten la decisión de compra, una herramienta adecuada es seguir el camino de los cinco sentidos.
El olfato
El uso de aromas es una buena opción para estimular la compra en los puntos de venta. Si el aroma es agradable, la persona estará más tiempo en la tienda porque se sentirá bien, y así aumenta la probabilidad de compra. Lo ideal es aportar diferenciación mediante un olor corporativo único que identifique a la marca.
En el sector textil infantil las fragancias de algodón de azúcar, fresa o vainilla son tendencia. En tiendas de moda joven, los olores frescos y cítricos, pero también dulces como los avainillados o gourmand. En las tiendas de moda clásica, la fragancia debe ser sofisticada y seductora a la vez con una nota floral combinada con madera y un fondo musk.
El oído
En un ámbito comercial, la música puede alcanzar un protagonismo tal que es capaz de cambiar el estado de ánimo. Si se la usa correctamente, puede crear sensaciones que ayudan a estimular la voluntad de compra de los clientes. Siempre en un volumen moderado, claro está.
El gusto
Con el sentido del gusto se genera empatía con los clientes, ya que es propenso a despertar otros sentidos y fortalece la creación de una imagen de marca. Para ello, es útil ofrece caramelos, café, chocolates, etc.
El tacto
Involucrando el tacto establecemos una relación cliente-producto. Tocando el producto estrechamos el vínculo y favorecemos la posibilidad de compra.
La vista
El 90% de la información que percibe el cerebro es visual. Por lo tanto, el color y la iluminación de un comercio son factores decisivos que hay que tener en cuenta. Los mejores colores dependen de distintos factores:
¿Poca iluminación? El color blanco en algunas paredes logra espacios agradables y elegantes. Los asientos deben tener colores azules y verdes, ya que transmiten tranquilidad, comodidad y seguridad a los clientes.
La presencia de los colores de una marca refuerza la asociación y reconocimiento.
Los tonos rojos o naranjas siempre incitan a la compra. Tienen que ser usados moderadamente para espacios donde haya productos en promoción, rebaja o con poca venta.
Fuente: Flame Analytics.