Según encuesta de CAME el 59,4% de las PYMES debió endeudarse por la Pandemia.
La Federación del Nucleamiento Empresarial del Noroeste Bonaerense (FNENB), a través de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), informa sobre una encuesta realizada entre más de 800 pequeñas y medianas empresas de todo país con el objetivo de dimensionar los efectos de la pandemia del Covid-19 en el entramado Pyme nacional. El relevamiento realizado durante la segunda quincena de julio puso el foco en tres dimensiones: el endeudamiento financiero, la capacidad para hacer frente al pago de salarios y nivel de empleo y el endeudamiento operativo.
Producto de la actual coyuntura económica, la mayoría de las pymes se encuentran en una situación de creciente endeudamiento. Los resultados indican que, a raíz de la pandemia, el 59,4% de las empresas encuestadas debió tomar nuevos créditos para poder sostenerse, y que los mismos representaron, en promedio, cerca del 28% de la facturación correspondiente al año 2019.
El 47,4% de las empresas se endeudó en el sistema no bancario, siendo esta la única vía de financiamiento para el 85,7% de este subconjunto de pymes. Por su parte, un 46,3% de las pequeñas y medianas empresas que incrementaron su deuda lo hizo a través de las líneas crediticias a tasa preferencial dispuestas por el Gobierno nacional, como los créditos al 24% y Pymes Plus. No obstante, casi el 13% de estas empresas debió complementar dichos fondos con otras fuentes de financiamiento adicionales.
Por otra parte, el 46% de las empresas indicaron no estar en condiciones de hacer frente a las deudas contraídas en los plazos originalmente acordados. Incluso, alrededor del 62% de ellas estiman que, independientemente de las condiciones de acceso a los créditos que tomaron, les demandará más de un año poder desendeudarse.
En lo que refiere a la capacidad para hacer frente al pago de salarios y sostener el nivel de empleo, el 72,6% de las pymes empleadoras encuestadas indicaron haber podido pagar en tiempo y forma los salarios correspondientes al mes de junio y, entre estas, casi un 40% lo hizo con diferentes tipos de asistencias (Programa ATP, Línea al 24% u otras). Complementariamente, el 27,4% manifestó que le fue imposible hacer frente a dicha obligación (dentro de este subconjunto, el 79,3% manifiesta tener esta problemática desde la irrupción de la pandemia), mientras que un 28,6% aseguró que debió desvincular o suspender personal a raíz de la coyuntura.
Uno de los resultados arrojados en este punto es que las pymes empleadoras indicaron haber tenido dificultades para pagar el medio aguinaldo, algo superior a aquellas con problemas para afrontar el pago de salarios. En el caso del SAC el 38,4% del total no pudo hacer frente a dicha obligación y, entre quienes lo hicieron, casi el 20% debió abonarlo en más de una cuota.
Finalmente, respecto de la última dimensión analizada, el endeudamiento operativo, los resultados indican que más del 70% de las pymes encuestadas adeuda total o parcialmente impuestos nacionales, ratio que desciende levemente (69,4%) cuando la consulta se realiza sobre impuestos de origen provincial y/o municipal. Por su parte, casi el 60% de las mismas posee deudas con sus proveedores, mientras que entre aquellas empresas que alquilan la proporción que acumula pasivos por dicho concepto alcanza el 42,8%.
Todo este contexto de endeudamiento se da en el marco de dos situaciones complejas. En primer lugar, lo que refiere a la posibilidad de desarrollar la actividad comercial en el actual contexto. Para mediados del mes de julio el 48,8% de las pymes se encontraban habilitadas para desarrollar las mismas actividades que antes del aislamiento, mientras que el 29,1% estaba en condiciones de realizar las mismas actividades, pero con restricciones horarias o por días. El 9,9%, por su parte, sufría restricciones en su actividad que sólo les permitían trabajar bajo la modalidad delivery o de retiro en tienda, mientras que el 12,1% restante no estaba habilitada para desarrollar ningún tipo de actividad. En segundo lugar, lo que tiene que ver con la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas. El 47% de las empresas relevadas considera que no podrá sobrevivir más de tres meses y, de estas, hay un 4% que cree podrá sobrevivir menos de un mes. El 18,2% considera que podrá sobrevivir entre 3 y 6 meses, mientras que el 26,3% cree que podría sobrevivir más de 6 meses. El 8,4% restante indicó que no lo sabe.
Al replicar todo el análisis precedente en clave regional surge que, a excepción del pago de salarios, en todas las restantes variables clave, el porcentaje de empresas que acumuló pasivos supera el 50% en todas las regiones del país, lo que da cuenta de una situación más que delicada en términos generalizados entre las pymes encuestadas. Aun así, si se considera el promedio de cada uno de dichos indicadores, Cuyo aparece como la zona geográfica más afectada y la Región Centro (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) como la de mejor situación relativa.
Cabe destacar que las micro, pequeñas y medianas empresas son grandes protagonistas de la actividad económica ya que representan el 44% del PBI nacional y movilizan del 70% del empleo privado del país.
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